La marihuana puede causar enfermedad mental permanente.
No existen evidencias científicas que demuestren que la marihuana cause enfermedad mental o daños psicológicos en adolescentes o adultos.
¿Cuál es el mito y cuál la realidad? ¿Es cierto que el consumo elevado de marihuana, o de su componente principal, el THC, puede ser causa de enfermedad mental?
Los estudios científicos que estudian la relación entre marihuana y enfermedad mental se remontan a la década de los ’70. Dichos estudios usaban como muestra a población psiquiátrica y llegaron a la conclusión que era altamente probable que los síntomas psicóticos precediesen al consumo de marihuana y no al contrario. Lo que refieren varios investigadores y parece estar aceptado por la comunidad científica hoy en día, es que el consumo de marihuana puede incrementar o potenciar los síntomas en personas afectadas por alguna enfermedad mental grave.
Otro estudio utilizó como muestra soldados austriacos para estudiar la esquizofrenia. Los investigadores valoraban el riesgo de verse afectado por esquizofrenia tras haber consumido marihuana a la edad de 18 años. El estudio, sin embargo, desveló que efectivamente los soldados con diagnóstico de esquizofrenia habían consumido marihuana de forma habitual a los 18 años, pero también provenían de familias desestructuradas, habían tenido problemas de conducta en el colegio, y habían presentado sintomatología psiquiátrica con anterioridad al consumo.
El estudio por lo tanto concluyó que el consumo de marihuana a los 18 años era un factor más a tener en cuenta dentro de los factores de riesgo psicológicos y sociales a tener en cuenta para el sucesivo diagnóstico de esquizofrenia, pero no la única causa.
Otro dato interesante a tener en cuenta para apoyar el hecho de que la marihuana no causa enfermedad mental es que el consumo de marihuana ha ido en aumento a lo largo de los años, mientras que el número de casos de personas con enfermedad mental, y específicamente con esquizofrenia, no ha aumentado de forma significativa.
También resulta significativo que los adolescentes que mantienen un consumo abusivo de la marihuana, presentan dificultades previas de socialización y comportamiento sobre todo en el ámbito escolar. Por el contrario, los adolescentes que presentan un comportamiento más adaptado y que no muestran dificultades en cuanto a socialización se refiere, difícilmente se convierten en consumidores abusivos y frecuentes de marihuana. El consumo esporádico o social de marihuana, no parece producir alteraciones significativas y permanentes en la personalidad y el comportamiento de los jóvenes.
Cierto es que la marihuana altera temporalmente el estado de ánimo, la percepción, el pensamiento y los sentimientos.
En la mayoría de los casos las personas que consumen marihuana perciben dichas alteraciones como positivas.
Sin embargo en ocasiones la marihuana puede provocar reacciones psicológicas negativas, como pueden ser las crisis de ansiedad o los ataques de pánico.
Entre los síntomas más habituales están:
- la sensación de pérdida de control,
- la ansiedad,
- el miedo y
- la paranoia.
Los ataques de pánico, con aceleración del ritmo cardiaco, temblores y sudoración excesiva pueden durar entre algunos minutos y varias horas. Suelen ser padecidos por personas que inician su consumo en la edad adulta y tras uno o dos ataques de pánico, las personas que los han sufrido suelen abandonar el consumo de marihuana.
Algunos factores que pueden influir en que la persona que consume marihuana sufra un ataque de pánico son:
– que la dosis de marihuana sea elevada
– que la marihuana sea ingerida. (Comiendo hachís, THC puro, comida cocinada con marihuana o hachís o bebiendo licor de marihuana).
Cuando una persona ingiere altas cantidades de THC, se ve afectada, no sólo por el THC, sino también por el 11-idrossi-thc, una sustancia psicoactiva diferente producida por el hígado al metabolizar el thc.
Una consecuencia negativa más seria del consumo de marihuana es la denominada ‘psicosis tóxica’. Se trata de un episodio psicótico al uso, con confusión mental, alteración de la percepción visual y sonora, desorientación, alucinaciones y delirios. La única diferencia con un brote psicótico que no está causado por el consumo de sustancias tóxicas (la cocaína y las anfetaminas también son precursoras de episodios de psicosis tóxica), es que la psicosis tóxica desaparece al cabo de pocos días con o sin tratamiento psicológico y/o psiquiátrico.
Los episodios de psicosis tóxica son más comunes en personas con enfermedad mental preexistente, pero una alta ingesta de Thc puede provocarlos en personas mentalmente sanas.
Parece ser por lo tanto, que el consumo de marihuana en si no provoca la aparición de la enfermedad mental. Sin embargo, puede ser precursora de la aparición de sintomatología psiquiátrica en personas propensas o que ya habían presentado sintomatología de enfermedad mental anteriormente.
Para más información puedes consultar a los autores: Lynn Zimmer y John P. Morgan
Comments
Franco Sarquis
Genial el artículo, sobre todo por las referencias específicas a diferentes estudios y bibliografía específica. Impecable!!
LauraAdministradora
Gracias por tu comentario Franco, nos alegra que te haya resultado útil el artículo. puedes seguirnos en redes sociales para mantenerte actualizado con nuestras publicaciones. Un saludo!!
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