Eres papá, ha nacido vuestro bebé, ¿Y ahora qué?

Hay mucha información sobre la maternidad, pero la referente a la paternidad escasea. Papá, tu tienes (mucha) menos información que mamá. Es cierto que es la madre quien lleva al bebé en su vientre 9 meses. Que es ella quien da a luz. Es cierto que es la madre quien amamanta. Pero el padre tiene un papel fundamental en el proceso de maternaje y crianza que bajo nuestro punto de vista está infravalorado.

La pregunta es… ¿papá, sabes cuál es tu función?

¿Sabes lo que se espera de tí? ¿Papá, estás preparado para afrontar el cambio? ¿Para pasar de ser dos a ser tres? ¿Estás dispuesto a compartir a tu pareja?

Papá, hay tres momentos fundamentales en los que tienes un papel crucial:

  • el parto, el post parto y el primer año de vida del bebé
  • a los 3 años aproximadamente del niño

Empecemos por el principio:

En el parto es verdad que es la mujer la que realiza el trabajo de parto, es ella quien alumbra al bebé. Pero no lo hace sola. Lo hará mucho mejor con tu apoyo. El momento de trabajo de parto y de alumbramiento es un momento único donde la mujer se ve invadida por multitud de emociones, tanto positivas como negativas. Donde entra en contacto con su esencia, con su sombra y donde pueden aflorar miedos, temores, rabia, frustración, tristeza…

Ser papá no es fácil. ¿Sabes cuál es tu función? ¿Lo que se espera de tí? Resolvemos tus dudas en Psicologodemadrid.org

Tu función, papá, fundamental en el momento del parto y post parto es el acompañamiento y sostén emocional.

Estar. que no es poco. Ser capaz de sostener emocionalmente a la mamá. De atender sus necesidades emocionales, de contener sus emociones y de hacerle saber que estás. Con todas las letras, al 100%. Que quizá tú también estés asustado, cansado o dolorido, pero que estás.

Una vez que nazca el bebé, la mamá se ve, en palabras de Laura Gutman (‘La maternidad y el encuentro con la propia sombra’), fusionada con el bebé. Los primeros días son un torbellino de emociones, de sensaciones físicas y psiquícas que no son comparables a nada conocido.

El sostén emocional que puedes aportar, papá, tiene que ver con el cuidado y la atención que le proporciones a la mamá para que ella pueda descansar y cumplir con su rol de maternaje.

Papá eres el encargado de facilitar la comodidad de la mamá para que ella pueda hacerse cargo del bebé.

De ti se espera que protejas el ‘nido’ y los momentos de interacción-fusión de la mamá y el bebé.

Papá puedes ocuparte de atender a las visitas (en el caso de que decidáis recibirlas) y de organizar las rutinas domésticas. De liberar a la mamá en la medida de lo posible de las tareas cotidianas que le dificultan atender al bebé.

Papá, que no se te olvide querer a mamá y hacérselo saber, a pesar de las ojeras, el moño despeinado o el mal humor por falta de sueño. Es momento de aceptar y reforzar lazos. Escuchar ‘te quiero’ o ‘estoy orgulloso de ti’ es de gran ayuda en momentos de debilidad emocional.

Papá, te estamos pidiendo que sostengas emocionalmente a la mamá para que ella pueda (juntos podáis) sostener al bebé. Pero…

¿Quién te sostiene a tí, papá?

Es importante que busques tu propia red de apoyo: familiares, amigos, ocio, gimnasio, trabajo… momentos donde te sientas agusto y puedas recargar pilas, compartir tus preocupaciones, reirte un rato, relajarte… Si tú estás bien, podras sostener a mamá para que esté bien. Y entonces el bebé estará bien.

La función paterna incluye el facilitar la separación emocional bebé-mamá. para ello el papá puede crear y disfrutar de momentos de complicidad con el niño independientemente de la madre.
Foto de Ana Cruz. http://www.anacruz.es/

Hay otro momento donde el papá tiene una función crucial y es cuando el niño cumple los tres años. Al rededor de los 36 meses es cuando inicia a producirse la separación emocional de la diada mamá-bebe. Es la época del ‘yo’ y del ‘no’. Los niños de repente se descubren como un ser emocionalmente independiente de la mamá.

Tu función, papá, es facilitar la separación emocional mamá-bebé.

¿Y cómo se hace esto? Con cariño y dosis extra de paciencia, apoyando con interés dicha separación. Reclamando a la mujer para tí. Realizando planes adultos (una comida, ir al teatro, ver una película, salir a bailar…) donde el niño no sea el protagonista o directamente no tenga cabida.  Y ofreciéndole también al niño un espacio propio independiente de la mamá. Es el momento de forjar esa complicidad papá-niño. De jugar con él sin la mamá. De inventar juegos, de compartir momentos de independencia materna. Papá, eres tú quien introduce al niño en el mundo adulto.

En la medida en la que los padres retoméis vuestro vínculo de pareja de forma más evidente, el niño podrá crecer emocionalmente sostenido por los dos (y no sólo (sobre todo) por la mamá). Mamá también recuperará espacios propios y se reconfigurará como mujer-madre-pareja.

Si tienes dudas sobre el proceso de maternaje-paternaje, contacta con nosotros, un especialista en psicología perinatal es de gran ayuda. En Psicologodemadrid.org te acompañamos en tu desarrollo.

 

 

 

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