En la actualidad uno de los problemas de salud más común es el de las disfunciones sexuales.
El problema de las disfunciones sexuales en gran cantidad de casos entendido como un problema en la respuesta sexual humana, incidirá a su vez en la vida saludable de la pareja, ya que afecta el ámbito de las relaciones sexuales, contempladas éstas como una forma de comunicación interpersonal.
Si bien es cierto que se trata de un problema de salud de considerable incidencia en el grueso de la población y que afecta tanto a hombres como mujeres, apenas se genera inversión en ello en relación a lo expuesto anteriormente, así como en materia de prevención y educación. Una de las explicaciones a esto podría ser que desconocemos las implicaciones que las disfunciones sexuales poseen ya no solo a nivel de pareja sino también extensible a la calidad de vida de las personas.
Las implicaciones de las disfusciones sexuales en la vida diaria son máximas.
Las personas no dotamos a este trastorno de la importancia que merece, sus implicaciones en la vida diaria son máximas, mina la vida en pareja y aun así el grueso de la población no lo calificaría como problema de salud y resulta ciertamente infrecuente compartirlo con terceros o incluso acudir a los servicios de salud o consultar con un profesional, siendo la principal vía de abordaje la terapia farmacológica sin un correcto asesoramiento y seguimiento médico.
La génesis de las disfunciones sexuales puede ser orgánica o psicológica.
La génesis de las disfunciones sexuales o causas pueden ser de dos tipos, de tipo orgánico o psicológico. Las primeras exploraciones deben ir dirigidas a descartar cualquier tipo de trastorno orgánico para después evaluar el componente psicológico.
En el 90% de los casos de disfunción sexual el factor psicológico es determinante.
Es abrumadoramente mayoritario el factor psicológico presente en el 90% de los casos de disfunciones sexuales, por lo que optar por un abordaje puramente farmacológico resultaría inadecuado o insuficiente en estos casos, pudiendo encontrar casos en los que inicialmente la terapia farmacológica responde bien y la disfunción sexual se supera temporalmente para después recaer o incluso casos en los que desde un principio dicha terapia no funciona.
Respecto a la incidencia de las disfunciones sexuales diversos estudios y autores lo situarían en torno al 50-70% de las parejas.
En psicologodemadrid.org consideramos que es importante dotar a este tipo de trastornos de la importancia que realmente conlleva, concienciar a la población que se trata de un problema de salud y que es preciso invertir en salud sexual, con el objeto de revertir estas situaciones. Las disfunciones sexuales de hecho presentan un rango de incidencia en la vida del sujeto considerablemente amplio, afectando no sólo a las relaciones sexuales, si no a la relación de pareja, a la autoestima del sujeto etc.
Por ello siempre que se haya descartado que se deba únicamente a una causa orgánica (en todos los casos dicho análisis llevado a cabo por un médico), tras ello, recomendamos el abordaje psicológico.
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